LA ORACIÓN SE APODERA DE LO ETERNO
Ningún hombre es más grande que su vida de Oración. El pastor que no ora está jugando a la religión; el pueblo que no ora está extraviado. El púlpito puede ser un escaparate de humanos talentosos, pero la cámara de oración no tiene ventanas al exterior. Tenemos muchas organizaciones, pero pocos penitentes; muchos espectáculos y actores, pero pocos orantes; muchos cantores; pero pocos corazones humillados; grandes pastores y débiles guerreros de Cristo; mucho aparato, pero poca pasión; muchos actuantes, pero pocos intercesores; muchos escritores; pero pocos luchadores. Fallando en esto, fallamos en todo. LEONAD RAVENHILL